viernes, 4 de julio de 2008

Típicos poemas urbanos

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Pensaba: ¿disertación, literatura o reciclaje? Quiero decir, o inventaba un tópico sobre algo típico, o escribía un poema para aparentar sensibilidad, o reciclaba algún trabajo periodístico? Opté por las tres:



Esto que verán –¿y leerán?– es la entrevista a Victoria Lanz seleccionada para la tercera edición de la revista Plaza Mayor, con fotos del iluminado Andrés Manner, y texto del ilustre Jorge Sayegh. Se titula Victoria en la calle / De paseo con el primer ángel porno nacido en la Sucursal del Cielo.


Nos citamos un sábado en la mañana para improvisar las fotos en plena calle mientras hacíamos la entrevista. Andrés era el fotógrafo, chofer y asistente. Yo preguntaba. Johnny, su esposo, nos la confió y se fue. A primera vista, nadie supondría que Victoria Lanz es un sex symbol. Está buena, no hay duda, pero en las calles de Caracas abunda la bondad femenina. Es extremadamente sencilla y casi tímida, hasta que se para frente una cámara. Entonces se para todo lo demás, autos, peatones, autobuses y motorizados.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos de Caracas?
Entre la California, en casa de mis padres, y la avenida Fuerzas Armadas, donde vivía mi abuela, cerca de Cotiza. Me daba ilusión que me llevaran al CCCT o al Unicentro El Marqués. Estudié en el Leoncio Martínez… Soy la menor, recuerdo mucho cómo me consentían mis hermanas.

¿Dónde rumbeas?
No soy rumbera. Siempre fui tranquilita. Además esta ciudad es muy violenta, la gente es agresiva. No me gusta salir.

¿Cuál es el sitio más sórdido que has visitado?
Alguna vez me llevaron al Fenicia, donde las chicas están en plena barra metiéndose pases… es que además soy muy zanahoria, tomo poco, apenas fumo y las drogas nunca me han llamado la atención. No me da pena decirlo.

¿Y cómo influyó Caracas para que te dedicaras al espectáculo del sexo?
Fue un incentivo a la inversa. Johnny me tomaba fotos desnuda, pero aquí hay tanto tabú que nunca las habría publicado; hasta que fuimos a Europa. Descubrí que allá el desnudo es algo natural, que se venden videos porno en los kioscos, que las chicas hacen strip-tease en la tele… Si se ven tan lindas, si nadie se ofende, ¿por qué en Venezuela se prohíbe?. Todos tenemos unas nalgas, todas tenemos tetas… ¿Cuál es el problema? ¡Allí fue mi destape! Al principio pensaba ¿qué dirá mi familia? Pero mi mamá siempre me dijo: "Si estás feliz con lo que haces, yo estaré contenta". Así que le expliqué, "me siento bien con lo que hago, me gusta mi cuerpo, disfruto exhibirme, viajo, conozco gente nueva, conozco nuevas culturas, aprendo nuevos idiomas, y por eso me pagan, mamá. ¿Tú crees que estoy mal o sufriendo?"



¿Tú trabajo es fácil?
Es fácil porque me gusta, pero es difícil porque a veces tengo que estar sin comer, no es fácil mantener las posiciones, me duele, me dan calambres…

No hay escuela de actrices porno. ¿Cómo se aprende?
Se aprende con el oficio y con las ganas. Si lo haces pensando en lo que te van a pagar y ya, no sirve. Claro que todos trabajamos por el dinero, pero tienes que esmerarte, tienes que pensar: "tengo que verme bonita para mis fans", tienes que comportarte con responsabilidad para que los productores vuelvan a llamarte. En Caracas aprendí mucho sobre las poses en fotografía, pero sobre las escenas en vivo me enseñaron mis amigas en España: "en esta posición no tuerzas el pie así, que se ve feo, estíralo así y se ve lindo. Arquea la cintura. Pendiente de la cámara, pero no la busques".

¿Crees que aquí pueda desarrollarse esa industria?
A lo mejor a largo plazo… Aquí todas las mujeres quieren ser Miss Venezuela, todas se las tiran de exquisitas y van para las discotecas, pero les dan tres tragos y se las llevan a un matadero. Hay una doble moral muy fuerte, la mayoría está "montando cachos" o pendientes de un chuleo. Yo no sé cuál es la moralidad de aquí, hay robos, asesinatos, los políticos son corruptos, pero trabajas con sexo sin hacerle daño a nadie y te acusan de puta. O como una chica de apenas 18 años que ya ha tenido dos abortos, vive en una habitación comiéndose un cable y le ofrecimos hacer una escena. Su respuesta fue: "No, yo no le haría eso a mi cuerpo". ¿Puede abortar dos veces pero no puede hacer una escena?

¿Si pudieras dirigir aquí, cómo sería tu película porno?
Un tour por Caracas. En el Teleférico, en una camionetota rodando por la autopista… O en una playa como Los Roques, pero que sea divertida.



¿Cuál es el tipo de hombre para Victoria Lanz?
Lo que más me gusta es un hombre sencillo, con buena conversación y sentido del humor. Ni papeadote, ni firifiri, no me gustan negros morados, morenitos está bien. No me gustan los hombres que se las tiran de papis porque tienen una camionetota y una pistola y te dan a entender que tienen mucho real. Yo no ando en esa, si alguien es pobre y me cae bien es mi panita, si me cae mal aunque sea millonario le saco el culo.

¿Eres consciente de que tú sólo vendes una fantasía?
Eso es lo que me gusta: ser una fantasía. Me encanta que me escriban diciéndome todo lo que se tripean. Quiero ser como la estrella que no alcanzas pero admiras. Un italiano me invito a un hotel de Dubai y un venezolano me escribió desde el correo de su compañía para que no dudara de él y me propuso que pusiera el precio que fuera, que me llevaba de viaje… pero yo les explico que no, que yo me entrego a todos mis fans en la fantasía de la pantalla, pero no estoy para cumplir sus fantasías táctiles. Si quieren pueden gastarse el dinero en mi página.



¿Cuáles son las fantasías de los caraqueños?
Me han escrito mucho que quieren que los domine, por eso te hablo de la doble moral. Frente a sus amigos les encanta decir que ellos son los guapos, pero en la cama les gusta que los dominen. No necesariamente que les peguen, sino que seas tú quien lleve las riendas de la relación. La otra fantasía es ver a dos mujeres… A lo mejor si las chicas aquí no se las dieran tanto de exquisitas, sus maridos no se irían de putas. Si estás en un night club y le pides a dos chicas que se besen, lo van a hacer encantadas de la vida. Si tu mujer invita a una amiga, o si contratan a una profesional y hacen un trío, tú vas a pensar, "esta es la mujer que yo amo, que vive conmigo y además me cumple mi fantasía…" ¿pa´ dónde vas a coger con esa pata hinchada? Disfrutar tu vida sexual no te convierte en una "loca".

¿Gozas sexualmente cuando trabajas?
Mas que disfrutar de la penetración, me gusta saber que otras personas van a verme y disfrutar conmigo. La diferencia cuando estoy haciendo el amor con mi marido y cuando hago una escena es que no me concentro en darle placer a mi pareja, sino a miles de personas.

¿Un "consejo para la juventud" caraqueña?
A los hombres que se dejen de machismo y a las mujeres que abandonen la doble moral, para que disfruten plenamente de su sexualidad. Para eso es bueno que vean porno, así descubren cuáles son sus fantasías y luego las llevan a cabo.


4 comentarios:

Marc dijo...

Esta Victoria sabe de lo que habla...
"La otra fantasía es ver a dos mujeres… A lo mejor si las chicas aquí no se las dieran tanto de exquisitas, sus maridos no se irían de putas. Si estás en un night club y le pides a dos chicas que se besen, lo van a hacer encantadas de la vida. Si tu mujer invita a una amiga, o si contratan a una profesional y hacen un trío, tú vas a pensar, "esta es la mujer que yo amo, que vive conmigo y además me cumple mi fantasía…" ¿pa´ dónde vas a coger con esa pata hinchada? Disfrutar tu vida sexual no te convierte en una "loca"."

¿Qué es esto? dijo...

Mi querido Marc, ¿hay algo que quieras compartir con la audiencia? Abrazos promiscuos.

Victor Marin Viloria dijo...

Esta tipa está demasiado clara en la vida, digo, en el sexo jejej

Leo: sigo sin encontrar Plaza Mayor (y eso que en estos días estuve por el Centro). Algún dato?

vaya

¿Qué es esto? dijo...

Victor, como todas las revistas que nos inventamos, la Plaza Mayor es tan fantasma que vuela. Me arrimo a la idea de la persecución y el azar. El asunto del Metro y las plazas, me dicen, dura una mañana. Y no hay kiosco que valga. Si preciso algo por ahí, te digo. Un abrazo y gracias por pasar.